Grito de guerra dos fascistas chefiados por Franco. |
Olga Rodríguez é uma jornalista especializada em informação internacional. Depois de cobrir as revoluções árabes em 2011, acaba de publicar o livro "Yo muero hoy", Las revueltas en el mundo árabe" (Debate).
Em sua coluna no espanhol El Diario do dia 24 último, Rodríguez escreveu sobre os problemas que ainda hoje atormentam a vida espanhola, herança do franquismo.
Vou selecionar alguns trechos (com alguns comentários meus entre chaves e destaques em negrito) para mostrar que em grande parte esses problemas vividos na Espanha são iguaizinhos aos nossos com nossa herança maldita da ditadura.
Cuando, al hablar de los crímenes del franquismo [da ditadura brasileira - BdoM], se dice que aquello fue una guerra -”y en una guerra ya se sabe...”-, se está contando tan solo una pequeña parte de la historia más reciente de nuestro país. Cuando se recurre a la equidistancia con el argumento de que “en ambos bandos se cometieron atrocidades” se oculta que la guerra civil tuvo un claro responsable que dio un golpe de Estado contra un gobierno democrático y que impulsó un plan sistemático destinado a acabar con un grupo ideológico o político.Brasil e Espanha devem seguir o caminho da Argentina, que passa ainda hoje sua história a limpo, levando aos tribunais assassinos e torturadores, para que ela nunca mais se repita. Que eles recebam um julgamento justo, com amplo direito a defesa, o que nunca permitiram enquanto estiveram no poder.
(...) Luego vino la Transición, construida sobre el olvido de nuestros desaparecidos, de los muertos, de los represaliados, de los encarcelados, de los torturados. Un pueblo que da la espalda a su historia es un pueblo indefenso. “Una sociedad sin memoria no puede crear un civismo sano”, ha dicho en alguna ocasión el poeta Juan Gelman, que sufrió durante la dictadura argentina el desgarro que provoca el fascismo.La impunidad del franquismo ha continuado hasta nuestros días y sobre ella se ha construido esta maltrecha democracia, que sigue excluyendo de los libros de texto de escuelas, institutos y universidades buena parte de los crímenes de la dictadura. Solo quienes eligen dentro de la carrera de Historia la especialización en esa época abordan el estudio de lo ocurrido. Todo un símbolo.No hay en el empeño por rescatar la memoria ningún deseo de revancha, sino una reivindicación de justicia y una defensa de los derechos humanos, imprescindible para evitar que la historia se repita. Esa es una de las finalidades de la justicia: tener carácter ejemplarizante.Mientras los crímenes franquistas [da ditadura brasileira - BdoM] continúen impunes se estará transmitiendo un mensaje enormemente peligroso y dañino para todos: que los regímenes totalitarios pueden campar a sus anchas, matar, cometer genocidios o crímenes de lesa humanidad e irse de rositas. Una premisa tan sumamente grave es capaz de extenderse por todos los recovecos de una sociedad, como un virus invasivo. Y de hecho este país se caracteriza por una cultura de la impunidad que facilita la corrupción, el enchufismo, la injusticia.
Existen los mecanismos legales necesarios para abordar los crímenes del franquismo. Lo que falta es voluntad. Como me decía recientemente Carlos Slepoy, uno de los abogados impulsores de la querella argentina, “un juez español que se atreviera podría establecer que la Ley de Amnistía de 1977 es inaplicable según el derecho internacional. No hay obstáculo judicial. El obstáculo es absolutamente político.” Además, estamos hablando de crímenes que nunca prescriben, por mucho que la Fiscalía española haya dicho lo contrario.[Fonte, onde se encontra a íntegra do artigo, que recomendo]